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dimarts, 29 de maig del 2018

'Sprinters' - Claudia Larraguibel


Colonia Dignidad, curioso e irónico nombre para un lugar donde la dignidad era una ilusión, fue fundada en 1961 por el exmilitar nazi Paul Schäfer (1921-2010), cuando éste, huyendo de las acusaciones por abuso sexual a niños en su país y ayudado por la organización ODESSA llegó a Chile y compró 10.000 hectáreas de terreno  al sur del país junto  la ciudad de Parral.

Dicho enclave fue utilizado como centro de detención y tortura por la DINA, la policía secreta chilena durante la dictadura de Pinochet, con el beneplácito de Schäfer, pero eso no fue todo, el despótico líder fue acusado también de pedófilo, llegando a abusar de los niños que integraban la comunidad de los colonos, ya fueran estos huérfanos alemanes acogidos, los propios niños que nacían en la colonia y que eran separados de sus madres, o de niños chilenos que entraron en la colonia pensando en que allí se encontrarían con El Dorado. Incluso se encontró en la colonia un arsenal de armas.

Schäfer consiguió escapar de las manos de la justicia chilena y huir  a Argentina, pero tras ser detenido y extraditado por el país andino, fue encarcelado en Santiago pasando allí sus últimos días de vida.

Sprinters, la novela de Claudia Larraguibel (Santiago de Chile, 1968) que llega a nuestras manos habla con franqueza, seriedad y realismo de esta oscura historia acaecida en un enclave tan maravilloso que a día de hoy es un centro vacacional, con su hotel, su restaurante y sus 500 habitantes que gestionan dicho centro bajo el nombre de Villa Baviera.

La autora de la novela regresa a Chile y se encuentra con Lutgarda, una colona que ha decidido investigar la muerte de uno de esos sprinters que titulan el libro, niños menores de edad que iban de un lado a otro corriendo acatando las ordenes de Schäfer, en una cacería con un alto cargo del gobierno chileno.

Dicha historia se completa con el storyboard de una película que nunca se rodó, un guión que la autora no consiguió llevar a buen puerto, pero que cuenta cómo dos chicos de la colonia, consiguieron escapar de ella y contar al mundo las atrocidades que se cometían en ella.

Aquí no hay ficción, todo está basado en la realidad, gracias a las declaraciones de los propios colonos a la autora, las declaraciones judiciales del caso, y de la búsqueda de la verdad que escondía la colonia.

Sprinters resulta dolorosa, es un descenso a los infiernos, una historia real que supera cualquier ficción, y un claro ejemplo de que el poder único es mala idea en una denominada sociedad igualitaria.

Hace unos meses tuve la oportunidad de ver Colonia (2016), película dirigida por el alemán Florian Gallenberger (Munich, 1972) y protagonizada por Daniel Brühl y Emma Watson. Con ella conocí parte de la historia que tuvo lugar en Colonia Dignidad y 
es que Gallenberger  centraba su película en las torturas cometidas en sus instalaciones tras el golpe de estado de 1973. Ahora, gracias a Sprinters, conozco la historia completa de lo ocurrido en la colonia y con el libro de Claudia Larraguibel cierro el círculo de los horrores que tuvieron lugar en dicho centro de manera continuada y con la complicidad de los mandatarios políticos, ya fueran estos chilenos o alemanes.

Sprinters es un libro inquietante, lleno de horror, exento de perdón, culpa o arrepentimiento, doloroso en toda su longitud, pero lleno de esperanza. La autora intenta echar  luz a una oscura historia ocurrida en su país y lo hace de manera seria, directa y real.

SALVA G. 

Título: Sprinters
Autora: Claudia Larraguibel
Editorial: Salto de Página
2018
Número de páginas: 242 pp.
I.S.B.N. 978-84-16148-65-3

dilluns, 28 de maig del 2018

'Johnny Hallyday: A toda tralla' - Felipe Cabrerizo

Soy melómano. Lo confieso. No lo puedo remediar. Desde hace muchos años. Demasiados dirían algunos. Precoz sería la palabra adecuada para hablar sobre mi pasión por la música. Dicen las malas lenguas que siendo un bebé no dejaba de llorar hasta que mi madre encendía la radio. Tal vez ella tenga parte de culpa por mi pasión por la música. O puede que sea genético. Beatles y el Dúo Dinámico son básicos en la vida musical de mi madre.
Pero también soy mitómano. En su rama a mitificar a una persona. Siempre y sin excusa: un músico. Una manía heredada de mi melomanía sin duda. Así que siempre ando leyendo sobre músicos, ya sean más o menos conocidos por el gran público, más o menos famosos, en cuanto a ventas de discos se refiere. Y este Johnny Hallyday: A toda tralla es el…ya perdí el número, libro que me leo sobre un músico.
Y le tenía ganas.
Me explico.
Hace años, en un viaje a Francia, a París más concretamente, obviamente, en mi tour por la ciudad, además de los clásicos sitios que visitar como turista: la Torre Eiffel, con parada en su restaurante de la segunda planta, el Sacre Coeur, accediendo por las escaleras, la Torre Montparnasse o el MoulinRouge (sin cena espectáculo), no cabía la posibilidad de marcharse de la ciudad de luz sin una visita a la tienda de Virgin tenía en los Campos Elíseos. Un almuerzo en el Hard Rock Cafe también fue incluido en dicho tour.
En la impresionante tienda, donde había quedado con un amigo que también pasaba sus vacaciones en el país vecino, me sorprendió la cantidad de material que había de Johnny Hallyday. Pero no solo eso, sino que dicho material era extremadamente de lujo para aquella época: box sets inmensas de precios astronómicos que dejarían la nueva box set de Guns and Roses en ridículo. Evidentemente conocía al músico. Por encima. Tenía nociones de él. Pero lo que no sabía era la adoración que su país le tenía. El dicho nadie es profeta en su tierra, que tanto se usó para nuestros Héroes del SilencioHallyday lo reducía a polvo.
De regreso a nuestros días, y dejando atrás aquellos veranos llenos de viajes, descubrimientos y diversión, que un libro como Johnny Hallyday: A toda tralla haya caído en mis manos es como maná caído del cielo.
Por fin, y gracias al exhaustivo trabajo de Felipe Cabrerizo (San Sebastián, 1973) quien por cierto se presenta al lector bajo un Sleeveface con Rivière…ouvre ton lit del propio Hallyday, quién sino, que haría las delicias del mismísimo Carl Morris, consigo entender la vasta fama que el músico cosechó en su país.
Cabrerizo, con quien tengo una cosa en común: ambos vivimos en un piso de cuarenta metros cuadrados, abigarrado de discos, libros, arte, películas, camisetas y memorabilia musical en general, salvo que el mío está sito en el Eixample barcelonés y el suyo en el barrio madrileño de Lavapiés, cuenta con pelos y señales la extensa trayectoria del músico y más tarde actor francés que mantuvo siempre los pies en el suelo, por mucho que su público lo ensalzara y le hiciera volar más allá de la estratosfera.
Podríamos pasarnos la reseña hablando de números: discos publicados, canciones escritas, giras inacabables, conciertos mastodónticos, producciones faraónicas, músicos involucrados, el más sorprendente para mí Mick Jones, parejas femeninas, incluso coches de lujo comprados, pero no queremos aburrir con esos datos, así que simplemente diremos que Hallyday ante todo fue un rocker enamorado de la música con una forma de vivir sencilla, cercana a su público, siempre ofrecía conciertos íntimos para su club de fans, y más grande en su país que los mismísimos Rolling Stones, cuando estos tocaron en el Stade de France, el campo de fútbol que se construyó en 1998 para albergar la Copa del Mundo, no se consiguió llenar, pero cuando lo hizo Johnny dos meses después, tuvieron que alargar la residencia hasta tres noches debido a la rápida venta de entradas para el concierto.
Ejemplos como este hacen grande a Hallyday y su música inmortal. Y la lectura de libros como el de Cabrerizo necesarios para entender muchas cosas sobre el músico.
Sorprendente y real.
SALVA G.

Título: Johnny Hallyday: A toda tralla
Autor: Felipe Cabrerizo
Editorial: Expediciones Polares
Edición: 1ª edición, marzo de 2018
Número de páginas: 313 pp.
I.S.B.N. 978-84-948101-0-7

divendres, 25 de maig del 2018

'A comer se aprende' - Álvaro Vargas


Al igual que Álvaro Vargas, autor de A comer se aprende, un libro híbrido entre la medicina y la nutrición, un servidor de ustedes también aprendió a comer. La gran diferencia entre él y yo, es que en mi vida no entró nadie. No necesité de ayuda externa para darme cuenta de que el camino que llevaba no era el más indicado para tener una vida sana y longeva.

Aunque tal vez no sea una apreciación del todo cierto, ya que sí entró alguien en mi vida: mi médico de cabecera.

Él fue quien con su sabiduría, ganada con el esfuerzo de una carrera me previó de que debía virar sí o sí mi rumbo, y la alimentación que hasta aquel momento había levado en los últimos cinco años debía dar un giro radical. Corría el año 93, tal vez 94, cuando decidí dar el paso y variar mi dieta con productos básicos, equilibrar mi ingesta, y racionar mis comidas. A día de hoy, y pasaron ya 25 años, sigo manteniendo mi peso a raya, como equilibradamente, cuidando mi alimentación, no solo con productos ecológicos, si no lo más sanos posible. Es cierto que un pequeño capricho me suelo dar de tanto en tanto, pero sin duda el ejercicio físico que realizo a diario entre semana mantiene el equilibrio entre lo ingerido y lo gastado.

Esta introducción no es para lanzarme flores, ni restarle mérito al autor, sino todo lo contrario, con mi testimonio quiero dejar patente que el título de este libro que nos ocupa es bien cierto, incluso iríamos un poco más allá asegurando que no solamente su lectura debería ser obligatoria en los colegios, institutos o universidades de este país, si no que debería haber una asignatura que aglutinara todo lo que en él se aprende, o sea, que a comer nos deberían enseñar desde pequeños.

Dicho esto, solo nos queda explicar cómo es A comer se aprende.

Está dividido en seis capítulos. Los tres primeros vendrían a ser los más educativos: El proceso digestivoLos principales nutrientes y Consejos prácticos, divididos a su vez en Los alimentosBebidasIngestas y Cocinados y conservación; el capítulo 4 nos explica lo que hacemos mal y lo que deberíamos hacer bajo el título de Buenos y malos hábitos; en el capítulo 5 encontramos 20 alimentos que no pueden faltar en nuestra alimentación diaria. 20 alimentos imprescindibles se convierten en un dogma a seguir. Debo admitir que cuatro de ellos no los utilizo nunca. Pero tengo una más que justificada razón, que ahora no viene al caso.

El último capítulo lo ocupa una lista de recetas que juntas se convierten en menús para cuatro semanas, un plan de 28 días que a modo de reto nos lanza el autor para que lo sigamos y con ello consigamos una mejor salud.

Con la alimentación existe un gran problema en este país, y creo que el problema se torna endémico cuando miramos el resto de países: nos creemos lo que nos dicen por televisión. Esos anuncios solo tienen una finalidad, vender más, aunque sea a costa de la salud de sus clientes, con ello no solo ganan un cliente, sino que lo convierten en cliente fijo para las farmacéuticas.

El caso del refresco de cola sin azúcar añadido, llamado zero, es el más flagrante. No se llegan a poner de acuerdo de que si el ciclamato sódico, conocido comúnmente como aspartamo o E-952, es cancerígeno o no, hay estudios contradictorios sobre ello, pero lo que sí es cierto es que en muchos países europeos su uso está prohibido y que en Estados Unidos desde 1969 no se utiliza. Por algo será.

Sinceramente todos sabemos lo que es bueno y malo para nuestra salud, cenar una pizza precocinada o un poco de verdura al vapor, es como el día y la noche, o desayunar una torrada de pan con tomate y aceite o un cruasán del supermercado, también sería como el desierto y el océano.

Y aunque caigamos en esas tentaciones, si se convierten en un hábito se tornan en algo peligroso. Así que nunca está de más un pequeño empujoncito para corregir nuestras malas prácticas diarias y A comer se aprende es esencial en ese aspecto.

Aquí lo dejo, mientras termino mi té de tres años con jengibre rallado (un alimento básico en alguien fan de The Wildhearts, casualmente la banda que suena en mi estéreo mientras redacto esta reseña) acompañado de una pequeña onza de chocolate, 100% cacao con almendras. Prometo ingerir el resto de esos 20 alimentos esenciales el resto del día.

Didáctico y necesario,  la salud es básica para una vida plena.

SALVA G.

Título: A comer se aprende
Autor: Álvaro Vargas
Editorial: Planeta
Edición: 1ª edición, abril de 2018
Número de páginas: 290 pp.
I.S.B.N. 978-84-08-18475-1

dimarts, 22 de maig del 2018

'La mujer en la ventana / La dona a la finestra' - A.J. Finn


La mujer en la ventana es todo un éxito literario, como aquel que dice, incluso antes de llegar a las estanterías de nuestro país. Avalada por el mismísimo mago del suspense y el terror, Stephen King,  y envuelta en un halo de misterio, usar como seudónimo A.J. Finn, con esa ambigüedad de no saber si es hombre o mujer quien lo escribe, muy al estilo E.L. James y sus sombras, resulta un movimiento de márqueting perfecto, tanto, que este pasado Sant Jordi, se encaramó en las listas de libros más vendidos, tanto en su opción castellana, como en la catalana.

Pero, ¿es tanto revuelo digno de su lectura?

Sin dudarlo, si lo que buscamos es una novela que nos entretenga, nos distraiga, nos atrape y nos deje sentados en el sofá durante toda su lectura, y estamos hablando de más de 500 páginas, estamos delante de una de las mejores novelas del momento. Con diferencia.

Magnética, inquietante, atmosférica, elegante, y con un sabor, fuerte, a clásico de cine negro, en blanco y negro, por supuesto,  no solo por la cantidad de películas que salpican las páginas de la novela, si no por el hecho de que desde su título, La mujer en la ventana, un guiño a La ventana indiscreta del maestro del suspense,  hasta su final, que no desvelaremos, el autor tiene en mente esa época dorada.       

A.J. Finn, seudónimo de Daniel Mallory era hasta hace poco un editor estadounidense que disfrutaba leyendo y publicando novelas.  Negra, para ser más exactos. No en vano su tesis en Oxford fue sobre Patricia Highsmith, pionera del thriller psicológico. Así que con ese background era de esperar que en algún momento saltara la chispa para escribir una novela.

Su depresión severa durante quince años, aguantando un tratamiento tras otro, que desembocó finalmente en un diagnóstico de trastorno bipolar, fue esencial a la hora de delinear a uno de sus personajes, así como su agorafobia, que le sirvió también para plasmarlo en la novela.

Anna Fox vive sola en su casa de Nueva York sin atreverse a salir. Pasa el día chateando con desconocidos, bebiendo vino, seguramente más de la cuenta, ningún médico le aconsejaría que lo hiciera viendo la cantidad de pastillas que toma al día, viendo películas en blanco y negro, de las que conoce todos y cada uno de sus diálogos, recordando tiempos felices, cuando su marido y su hija vivían con ella antes de dejarla, y espiando a sus vecinos desde las ventanas de su casa armada con una cámara de fotos.

Los Russell son nuevos en el barrio. Una pareja y su hijo adolescente. La familia perfecta. Su casa al otro lado del parque queda justo frente a su mansión. Era evidente que Anna disparase su cámara hacia las ventanas de los vecinos.

Pero un día ve algo que no debería haber visto. ¿Realmente vio un asesinato? ¿Es posible que la mezcla de pastillas y alcohol le haga tener alucinaciones? ¿Conoce a sus vecinos cruzando con ellos unas pocas palabras?

A partir de ese momento Anna Fox entra en nuestra vida sin posibilidad de salir de ella hasta la última página de la novela gracias a la precisión quirúrgica de Finn con su escritura. No discutiremos que se leyó el manual del perfecto escritor de thriller psicológico/novela negra, pero maldita sea, debió ser el primero de la clase.

También es cierto que últimamente novelas como: 
La chica del tren de Paula Hawkins o Perdida de Gillian Flynn  le han dado al thriller psicológico un empujón, primero literario, después cinematográfico, dicen que La mujer en la ventana ya tiene equipo técnico que la realice, Joe Wright como director, TracyLetts como guionista y Scott Rudin como productor, aún no se desveló quién hará de Anna Fox, que está haciendo aflorar una tras otra novelas con esa temática, algo que no parece preocupar a nadie y que sigue dando sus frutos. No seremos nosotros los que nos quejemos, pero sí que bien podrían haber recortado alguna que otra página de la novela.

La mujer en la ventana se torna a la postre en la novela perfecta para este verano, su trama es agobiante, claustrofóbica y tensa, como una playa en plena canícula, no requiere mucho de nuestra atención, o dicho de otro modo, no hace falta tomar notas para colocar las fichas en el tablero, digamos que resulta bastante gaseosa, se pierde entre nuestros dedos, pero consigue con todo y con eso, su auténtico propósito, mantenernos pegado al libro capítulo tras capítulo sin movernos del sofá hora tras hora.

A.J. Finn cuenta en sesenta y cinco días, la novela comienza un 24 de octubre y acaba rondando final de año, una historia de voyerismo, de personalidades cambiantes, donde nada es lo  que parece, donde no nos podemos fiar ni de la primera persona del singular, ya que bien podría estar engañándonos a nosotros también, de empatía hacia aquellos que sufren algún tipo de trastorno, como el propio autor, quien no duda en afirmar que su protagonista debía ser mujer, en caso contrario no hubiera podido distanciarse del personaje, y en definitiva, una historia humana, donde aun con la distancia que separa a los protagonistas, se sienten más cercanos uno del otro delo que podrían pensar.

Ahora solo queda esperar, primero, la versión cinematográfica, y segundo, la nueva novela de Finn, que según cuenta él mismo, estuvo de gira por nuestro país a principios del mes de abril, tendrá como faro de guía, Vértigo, la película de Hitchcock.

SALVA G.

Título: La mujer en la ventana / La dona a la finestra
Autor: A.J. Finn
Editorial: Grijalbo / Rosa dels Vents
Traducción: ANUVELA / Immaculada Estany Morros
Edición: 1ª edición, marzo de 2018
Número de páginas: 537 pp. / 528 pp.
I.S.B.N. 978-84-253-5662-9 / 978-84-1693-0739

dimecres, 16 de maig del 2018

Avançament de festival Cubelles Noir 2018


A escassos tres mesos de la celebració de la III Edició del Festival de novel·la negra del Garraf Cubelles Noir avancem una part de la programació i novetats. Com sempre serà al mes d’agost, entre el 23 i el 26 a Cubelles, la majoria dels actes es duran a terme al nou Cafè Teatre l’Aliança que s’inaugurarà després de la seva rehabilitació aquest estiu.
Les novetats d’aquest any són la participació d'escriptors internacionals com el francès Ian Manook (pseudònim de Patrick Manoukian) o l’andorrà Albert Villaró. També tindrem representants de les diferents tendències del gènere com els escriptors: Diego Ameixeiras, Alberto Valle, Miguel Sáez Carral, David Izquierdo, Montse Sanjuan, Maria Rosa Nogué o Rafael Guerrero.
Ens afegirem a l'any d’homenatge del centenari del naixement de Manuel de Pedrolo amb debats i la projecció de dues filmacions seves. Ens obrim també a altres manifestacions culturals amb una representació de micro-teatre de l’escriptora Susana Hernández, i més sorpreses.
Un any més donarem el premi a la millor novel·la negra escrita per una dona, tant en català com en castellà, i el premi Sala Joiers als millors personatge de la història de la novel·la negra.   

Avance de festival Cubelles Noir 2018

A escasos tres meses para la celebración de la III edición del Festival de novela negra del Garraf Cubelles Noir avanzamos parte de la programación y novedades. Como siempre será en el mes de agosto entre el 23 y el 26 en Cubelles, la mayoría de los actos se llevarán a cabo en el nuevo Cafè Teatre l’Aliançaque se inaugura tras su rehabilitación este verano.
Las novedades de este año son la participación de escritores internacionales como el francés IanManook (seudónimo de Patrick Manoukian) o del andorrano Albert Villaró. También tendremos representantes de las Diferentes tendencias del género como los escritores: Diego Ameixeiras, Alberto Valle, Miguel Sáez Carral, David Izquierdo, Montse Sanjuan, María Rosa Nogué o Rafael Guerrero.
Nos añadiremos al año homenaje al centenario del Nacimiento de Manuel de Pedrolo con debates y proyección de dos filmaciones Suyas. Abrimos las diferentes formas de cultura con una representación de micro-teatro de la escritora Susana Hernández y más Sorpresas.
Un año más daremos el premio a la mejor novela negra escrita por una mujer tanto en catalán como en castellano y el Sala Joiers a los mejores personajes de la historia de la novela negra.

Redacción

Más información:

cubellesnoir@gmail.com

www.cubellesnoir.com




dimarts, 15 de maig del 2018

'La bailarina de Auschwitz' - 'Edith Eger


Nacida en Hungría, Edith Eger (Kosice, 1927) padeció uno de los peores horrores que ha visto la historia de la humanidad: el holocausto. Sobrevivió a Auschwitz y huyó a Checoslovaquia con su hermana para acabar finalmente en Estados Unidos. Allí en la década de los setenta se doctoró en Psicología y conoció a su mentor, Viktor Frankl (Viena, 1905 – 1997) quien como ella también sobrevivió a los campos de exterminio Nazi, Auschwitz y Dachao y tras su liberación escribió el ensayo El hombre en busca de sentido, libro que cambiaría la vida de Eger.

La autora pasó cerca de año y medio en Auschwitz siendo adolescente. Fue llevaba allí junto a sus padres y una de sus dos hermanas. Nada más llegar Josef Mengele, el oficial alemán conocido posteriormente como El Ángel de la Muerte acabó con sus padres en los hornos crematorios. A partir de ese momento y junto a su hermana, por quien casi da su vida,  sobrevivieron como pudieron al campo de exterminio trabajando, luchando y aferrándose a la libertad prometida al entrar en el campo: Trabajar os hará libres.

 Edith era bailarina profesional, estaba a un paso de ir a las Olimpiadas de Berlín, pero por su condición de judía, su entrenadora la deja fuera del equipo ganador. Irónicamente, más adelante, bailaría para el mismísimo Dr. Mengele cuando este pasaba por los barracones de los prisioneros buscando entretenimiento. Arropada por las notas del Danubio AzulEger bailó para Mengele. Con los ojos cerrados pensaba que lo hacía en la Ópera de Budapest. Por ello fue recompensaba con un trozo más de pan que compartió con sus compañeras de barracón. Bailar le salvó en parte la vida.

Actualmente, con 87 años de edad, la danza sigue siendo su pasión, aunque ya no hace ballet, ahora practica swing, música que conoció gracias a los soldados americanos que liberaron Austria en 1945.

Pero para llegar hasta aquí tuvo que sufrir, callar, olvidar y tragar mucho.

El libro, que no novela, está compuesto por cuatro partes bien diferenciadas. Aunque cada una de las cuatro se ve salpicada por cada una de las posteriores o anteriores, siempre la lectura es lineal, siempre hacia delante.

La prisiónLa HuidaLa Libertad y La Curación, son las cuatro partes anteriormente mencionadas.

En la primera de ellas cuenta la propia autora el largo y agónico tiempo en el que estuvo recluida en el campo de concentración, el horror vivido, el sufrimiento, pero sobretodo la capacidad del ser humano de sobreponerse a cualquier tipo de violencia externa convertida después en dolor interno.

En la segunda parte, nos habla de la liberación pero también del problema que tuvieron los deportados al volver a sus casas, a sus tierras y por lo que tuvieron que pasar tras la liberación, siendo en muchos casos, las mujeres, violadas por sus propios salvadores. Salir del fuego p0ara caer en las brasas. Ergo: seguimos quemándonos.

En la tercera parte, Eger cuenta su huida, de nuevo, a Estados Unidos junto a Béla, su marido. La posterior separación de este, el nacimiento de sus dos hijos y la oportunidad de conocer a Frankl, otro superviviente como ella.

En el último capítulo, finalmente la autora conoce la auténtica libertad. Para ello tuvieron que pasar 65 años desde su primera liberación metafórica.
Es cierto que las dos primeras partes del libro son absorbentes, necesarias, dolorosas, reales, y para muchos, liberadoras, pero la dos segundas partes se tornan en un libro de autoayuda, de superación personal, de búsqueda de la verdad y ciertamente, hemos leído tantos y tantos libros ocupándose de estos temas, que ya llega, no digo a aburrir, pero sí a saciar.

Descontando este problema, personal, dirían algunos, la lectura de La bailarina de Auschwitz la convierte en un libro excepcional, tanto para el lector como para la autora, que tardó toda su vida en escribirlo, no olvidemos que este es su primer libro, y toda una cátedra de cómo pasar del sufrimiento a la sanación por cuenta propia.

Muchos son los libros que tratan este tema, el holocausto, pero cada uno de ellos es único, como cada una de las personas que pudieron escribirlo y con ellos cerrar por fin las cicatrices que se abrieron en aquel horror.

SALVA G.

Título: La bailarina de Auschwitz
Autor: Edith Eger
Traducción: Jorge Paredes
Editorial: Planeta
Edición: 1ª edición, enero de 2018
Número de páginas: 412 pp.
I.S.B.N. 987-84-08-18090-6


dilluns, 14 de maig del 2018

'Habana Skyline' - Vladimir Hernández



Habana Skyline, al igual que su predecesora Habana Requiem, del cubano Vladimir Hernandez y publicada por Harper Collins, bebe del neopolicial latinoamericano, aquel que se alimenta del desencanto y la desconfianza hacia la autoridad cuestionando la verdad unidireccional y donde la importancia no la tiene ni el delito ni el perseguidor, si no el envoltorio. 

Y es que La Habana, con su encanto y movimiento dulce de caderas, disimula unas entrañas tan oscuras y pasionales, como la de cualquier otra gran ciudad que comercia con aparentes vanalidades y miserias, todas ellas humanas y reconocibles. Y si bien es cierto que decir esto no es decirlo todo, sino rascar en la piel, hay que profundizar en la lectura de esta serie para conocer el descaro y la ternura de sus habitantes, del respeto irrespetuoso que se veneran y las corruptelas que lo envuelven con una capa de papel transparente, ese que se utiliza para que el pescado y la carne no se pudra en la nevera, ni se contamine, pero que tampoco aguanta mucho. 

Las dos novelas de la serie publicadas hasta ahora son de una calidad notable, muy bien narradas, con un ritmo y estilo propio inapelable, donde los personajes y subtramas se nos cruzan de unas a otras. 
Concretamente, en esta última, Habana Skyline, el protagonismo lo toman ciertas drogas de diseño y los trapicheos, grandes y pequeños que la mueven, en terrenos baldíos y otros labrados a golpe de oportunismo y aparente lujo. 

En estos mundos se mueven nuestros protas, en especial el agente Eddy, con bono de trasporte para viajar en ascensor, al cielo y al infierno, desde el purgatorio de su comisaría. Pero no solo está el impulsivo agente,  al que si hemos leído la anterior entrega ya debemos conocer bien, una pléyade de secundarios habitan este muestrario isleño poblándolo de suspicacia, pasión y socarronería para convertir la novela en un muy recomendable viaje por el skyline habanero.

José Ramón Gómez Cabezas

Habana Skyline
Vladimir Hernández 
Harper Collins
Año 2018.
ISBN : 978-84-9139-230-9
400 págs

dijous, 10 de maig del 2018

'Muerte con pingüino' - Andrei Kurkov


Lo diré desde buen principio, Muerte con pingüino, la primera novela editada por su autor, Andrei Kurkov (Leningrado, 1961) a mediados de los noventa en su país, a mediados del 2000 en el nuestro y recuperada ahora por Blackie Books este 2018, cayó en mi bandeja de entrada de lectura por el mero hecho de que el gran Nick Hornby (Redhill, Surrey, Reino Unido, 1957) aparecía en el fajín de la edición con una de sus frases. Palabra de Hornby, te adoramos señor.

Y aunque la novela de Kurkov tiene ese humor absurdo que en ocasiones salpica el trabajo del escritor inglés, tras su (rápida) lectura, podemos asegurar que Kurkov y su Muerte con pingüino tiene más en común con el cine de Aki Kaurismäki (Orimattila, Finlandia, 1957) o con la obra de ArtoPaasilinna (Kittilä, Finlandia, 1942) que con la del autor de Alta Fidelidad.

Viktor Alekseyevich Zolotaryov, protagonista absoluto de la trama, es un escrito arruinado. Está sin blanca, lo ha dejado su novia y por supuesto tras el colapso de la Unión Soviética, tiene frío. Está tan solo que acaba adoptando a un pingüino, cuando el zoo de Kiev está a punto de cerrar.

Misha, nombre por el que responde el pingüino, emperador para más señas, es un animal social, y verse viviendo solo junto a Viktor le hace caer en una depresión, casi la misma que tiene su amo. Se queda en un rincón de pie y pasa allí la mayor parte del tiempo, excepto cuando quiere comer y se mueve hasta el plato de comida, que eficientemente llena Viktor con pescado congelado.

Misha suelta suspiros melancólicos cuando chapotea en la bañera del piso de Viktor en agua helada y se encierra en la habitación como un adolescente incomprendido. Viktor quería alguien que le levantara el ánimo, le hiciera compañía y alegrara sus días, y lo que ha conseguido es doblar su trabajo, no solo tiene que animarse él mismo, sino que debe hacerlo también con su nuevo compañero de piso.

Por suerte la suerte le sonríe y encuentra trabajo escribiendo esquelas para un gran periódico de la ciudad. El único inconveniente es que los personajes aún siguen vivos cuando se redacta la necrológica.

Pero eso dura poco tiempo. Una vez editada la esquela en el diario, dicho personaje aparece muerto en extrañas circunstancias.

Lo que en un principio pudiera sorprender a cualquiera e incluso pensar en dejarlo, en Viktor no surte ese efecto, al contrario, acaba escribiendo más esquelas que nunca sin miramiento por quien es el posible muerto.
Poco a poco van entrando en la vida de Viktor distintos personajes, en muchos casos sin que él lo sepa, en más de una ocasión tras levantarse por la mañana encuentra sobre la mesa de la cocina sobres con dinero, bolsas con comida e incluso mensajes extraños, que van quedándose en su vida, como son Sonia hija del otro Misha, el socio de su jefe en el periódico, o Nina, sobrina de Sergei, un agente de policía que ayuda a Viktor un día con su pingüino. Así acaban los tres pareciendo una gran familia, un hombre, una mujer, aunque sea veinte años más joven, una niña, una mascota y una casa.

Pero no nos engañemos, Muerte con pingüino está llena de soledad y melancolía, por mucho que en ella aparezcan y desaparezcan personajes, creo que hay más entierros que en ninguna otra novela de género negro escrita jamás anteriormente, y eso es lo que Kurkov quiere destacar en su obra.

Por supuesto existen escenas surrealistas, absurdas, inconexas y esperpénticas, ya tener un pingüino como mascota lo es un poco, pero lo que hace en animalito en ocasiones roza lo absurdo, aunque más que sus hechos son las situaciones que desencadenan sus acciones y por supuesto la maestría con las que Kurkov las cuenta.

Viktor y Misha se encuentran atrapados en una trama absurda, pero en aquellos años y tal y como estaba el país, todo el mundo necesitaba un trabajo por muy violento y cruel que este resultara y había que seguir y salir delante de la forma que fuera, al fin y al cabo uno no es nadie para juzgar los actos de los demás, y Viktor no se pregunta si lo que hace está bien o está mal, simplemente actúa para su propia subsistencia.

Muerte con pingüino es una novela de género, negro, por supuesto, pero tan atípica que puede acabar como aquella banda que era demasiado Rock para los Punks, y demasiado Punk para los roqueros, en tierra de nadie, pero lo que es evidente es que tendrá su público, un lector abierto de miras, que busca algo que le sorprenda y ciertamente este libro lo hace sobre todo con su frase final digna de una película del Hollywood dorado.

Ahora solo queda esperar a que Blackie Books edite Pingüino perdido, la segunda parte de la misma para poder tener la continuación de la historia en nuestras manos.

SALVA G.

Título: Muerte con pingüino
Autor: Andrei Kurkov
Traducción: Mario Grande y Mercedes Fernández (Atalaire)
Editorial: Blackie Books
Edición: 1ª edición, enero de 2018
Número de páginas: 288 pp.
I.S.B.N. 978-8417059-46-0

dilluns, 7 de maig del 2018

'Todo Messi / Tot Messi' - Jordi Puntí



Como bien indica el título de la nueva obra de Jordi Puntí (Manlleu, 1967), Todo Messi y su subtítulo Ejercicios de estilo, estamos ante una avalancha de información en unos casos racional en otros emocional, de la vida y milagros llevados a cabo por el famoso 10, número que adorna la portada de esta edición en rojo sobre fondo azul (casualmente los colores del equipo donde juega el futbolista desde hace, tan solo, diecisiete años -llegó un diecisiete de septiembre de 2000 a Barcelona y fichó por el equipo catalán el 14 de diciembre, en la famosa servilleta de Rexach-) y que contiene una carga simbólica única.

Así lo que en un principio pueden parecer datos, estadísticas, números y por supuesto récords, acaba siendo un ejercicio de amor para con el futbolista por parte de un escritor que se mueve en el papel en blanco como Messi en el tapete verde del terreno de juego.

También podría verse Todo Messi como una biografía del jugador, al fin y al cabo aparece documentada toda su vida en las escasas páginas de este volumen, Creo que tan solo falta la fecha de nacimiento del jugador para convertirse en biografía, ya que sí aparecen los nombres de sus hermanos, padre y madre, mujer, hijos, equipos en los que jugó, los lugares donde vivió y los rivales a los que batió.

Por suerte Puntí en un excelente ejercicio de estilo, como el subtítulo del volumen nos advierte, cuenta desde su propia perspectiva, las emociones que le genera todo lo que ocurre alrededor de Messi dentro de un terreno de juego. Según él mismo y desde su arrogancia que demanda perdón, ha visto más partidos de Messi que cualquier aficionado al fútbol argentino, ergo, sabe perfectamente de qué habla cuando habla de arte.

En veintidós capítulos, con títulos tan definitorios como DebutLa servilleta de papelCristiano RonaldoDiego ArmandoLesionesTatuajes o Penaltis (este último se pudo leer hace unos días, hoy es 7 de abril, en el Periódico de Catalunya en su edición impresa) Puntí explica con suma pasión, delicadeza y a veces efectismo, sus opiniones personales, siempre analíticas y en ocasiones juguetonas.

Pero también aporta datos que no enjabonan tanto al astro. Sin ir más lejos todo el mundo recuerda aquel famoso gol, perdón el Gol, como bien apunta Puntí, de Messi al Getafe en la ida de la semifinal de la Copa del Rey 2007 que acabó con un 5-2 a favor de los culés, pero que no sirvió de mucho ya que en el partido de vuelta, el Getafe ganó por 4 a 0 dejando al Barcelona fuera de la competición.

¿Oportunista? Pensamos que no, mejor diríamos necesario.

Aunque sin duda la mejor palabra para definirlo sería: curioso.

Messi y su juego despiertan curiosidad hasta para el menor de los aficionados al fútbol, que no es mi caso, lo dice alguien que vio jugar a Maradonaen el Camp Nou y vivió con dolor, tras horas metido en un autocar de divertida ida y triste vuelta, la pérdida de la Copa de Europa contra el Steaua de Bucarest en Sevilla un 7 de mayo de 1986, pero sí sé de personas que odiando el fútbol y todo lo que él representa, se sientan a ver cómo el astro argentino despliega su arte y su buen hacer futbolístico.

SALVA G.

Título: Todo Messi / Tot Messi 
Autor: Jordi Puntí
Editorial: Anagrama / Empuries
Edición: 1ª edición, abril de 2018
Número de páginas: 162 pp.
IS.B.N. 978-84-339-2618-0 / 9788417016494

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